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EL GÉNERO COMO CATEGORÍA. Parte 2: Las relaciones de poder. Las teorías de Joan W. Scott



EL GÉNERO COMO CATEGORÍA
Parte 2: Las relaciones de poder. 
Las teorías de Joan W. Scott 


Por Jorgelina López 
Secretaria de Género y Diversidad en APPS

Militante Feminista



Partiendo del compromiso como activista feminista y divulgadora sobre temas de género y diversidad, en articulación con el colectivo que formamos la Secretaría de Género y Diversidad de APPS, nos propusimos generar contenido en este BLOG, que, no sólo informe, sino que también ayude a formarnos. 


Feminismo, género, sexo, no son palabras nuevas, pero claramente con el transcurso del tiempo, han desarrollado diferentes significados, y más aún dependiendo del escenario y contexto. Cuando hablamos del campo academicista, durante los últimos 50 años, sobre todo, ha sido fragua de discusiones y teorías que luego llegaron a los campos de militancia, organizaciones sociales, a las políticas públicas, para así llegar hoy de manera más masiva a las diferentes poblaciones. 


En esta serie de artículos vamos a recorrer algunas de las teorías más significativas sobre el concepto de género. Anteriormente en la Parte 1 hablamos sobre “Sexo y género. Sobre las teorías de Gayle Rubin” (*véase publicación del día 7/9/2020). En esta oportunidad vamos a hablar sobre Joan W. Scott, historiadora estadounidense nacida en 1941. Su publicación, que inspiró el título de la serie de estos artículos: “El género: una categoría útil en el análisis histórico” (Gender: A Useful Category of Historical Analysis), publicado en 1986, es considerado unos de los aportes fundamentales en la historia y teoría de género.  



Joan W. Scott

Como ya dijimos antes en el año 1986 publica el artículo que vamos a centrarnos con especial atención: “El género: una categoría útil para el análisis histórico”. Desde un análisis postestructuralista1 del poder, Scott entiende “el género como elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen a los sexos y el género como una forma primaria de relaciones significantes de poder” (1996: 289). 


Joan Scott se ocupa de implosionar al género como una categoría de análisis cuyo fin primordial es historizar, relatar desde el género una historia. En lugar de buscar orígenes predeterminados es imprescindible distinguir las interrelaciones que dan cuenta de los procesos de dominación y cambio: “Debemos perseguir no la causalidad universal, sino la explicación significativa” (Scott, 1996: 301).

Siguiendo la interpretación de Scott, el género es y opera a través de cuatro dimensiones: 

  1. En los símbolos culturales que integran representaciones múltiples y muchas veces contradictorias; 

  2. En conceptos normativos que limitan y contienen las posibilidades metafóricas de interpretación de los símbolos culturales (doctrinas religiosas, educativas, científicas, etc.) que afirman unívocamente el significado masculino-femenino

  3. En el sistema de parentesco y la familia (microestructuras), en la economía, la educación y la política (macroestructuras)

  4. En la identidad subjetiva historizada. 

En este sentido, el género se construye y reconstruye en todos estos ámbitos simultáneamente, tanto en las relaciones familiares como en el mercado de trabajo, en la educación, en los medios de comunicación, en la política y en el arte; incluso, y de manera importante, en los discursos críticos. (Bogino Larrambebere - Fernández-Rasines, 2017)


La autora se empecina en desarrollar una categoría analítica de género, entendiendo que así, podría llegar al fin de trascender su uso descriptivo, como sustituto de mujeres, entendiendo que, refuerza la dicotomía sexo/género, como así también de biología/cultura. Scott pretende sobre todo “lograr una historicidad y una deconstrucción2 genuina de los términos de la diferencia sexual” (1996: 286). 


Desde la perspectiva de Scott, el género es también una forma primaria de relaciones significantes de poder, y como lo indica: “una forma persistente y recurrente de facilitar la significación del poder en la tradiciones occidentales, judeo-cristiana e islámica” (1996: 292). Esta dimensión analítica del género es sustancial porque lo ubica en el centro de la percepción simbólica y la organización concreta de la vida social (Scott, 1996). 

En palabras de Scott: “El género es una de las referencias recurrentes más significativas por las que se ha concebido, legitimado y criticado el poder político. Se refiere al significado de la oposición varón/mujer, pero también la establece” (Scott, 1996: 298).


A partir del texto de 1986, Scott realiza una revisión autocrítica en 2010 y se vuelve a preguntar: Género: ¿sigue siendo una categoría útil de análisis? En este artículo insinúa que, en la historia de los usos de la palabra género, se borraron las fronteras o los límites entre género y sexo en el lenguaje popular. Para Scott, el género es “el estudio de la difícil relación (en torno a la sexualidad) entre lo normativo y lo psíquico, el intento de a la vez colectivizar la fantasía y usarla para algún fin político o social” (2011: 100). En este proceso, apunta la autora, “es el género el que produce significados para el sexo y la diferencia sexual, no el sexo el que determina los significados del género” (2011: 100). (Belausteguigoitia, 2011)


La autora sostiene que el género es útil como categoría sólo en cuanto cuestionamiento. Mientras este sea un conjunto de preguntas abiertas sobre cómo se establecen históricamente los significados, que implican en la praxis social y a través de qué lenguajes se producen y en qué contextos, entonces todavía resulta útil por ser una categoría con potencial crítica. 


Finalmente, y para complejizar un poco más este breve recorrido teórico, haremos referencia a un tercer artículo de la autora:“La experiencia”3. Allí Scott llama a una materialidad incuestionable, a una apropiación de la ficción como constitutiva de la verdad. Plantea una manera de cambiar el enfoque y la filosofía de nuestra historia, “el empeño por naturalizar la ‘experiencia’ mediante la creencia de una relación no mediada entre las palabras y las imágenes, a una relación que tome todas las categorías de análisis como disputadas, contextuales y contingentes” (Scott, 2001: 71). 

Scott plantea en “La experiencia” la forma más adecuada de narrar las exclusiones, las relaciones de poder; establece que es desde la literatura —desde la narración, integrando lo que “se deja fuera”— más que desde la historia, que sólo narra desde la experiencia, desde donde podemos dar mejor “cuenta” de otros relatos, de otras historias y verdades. La literatura como narración es capaz de ofrecer el encuadre, la perspectiva desde la cual miramos y no miramos. 

Lo que propone Scott es colocar la literatura en el centro como forma de evidenciar; sugiere un análisis deconstructivo, centrado en dilucidar cómo se han creado los efectos de verdades hegemónicas. (Belausteguigoitia, 2011)


“Lo que es útil es insistir en la naturaleza de la ‘experiencia’ y en la política de su construcción. Lo que cuenta como experiencia no es ni evidente ni claro ni directo: está siempre en disputa, y por lo tanto siempre es político” (Scott, 2001: 72-73) 


______________________________________________________________________
1.- El postestructuralismo  pone atención a los significados y a la forma en que un sujeto se produce a sí mismo, especialmente a través del lenguaje (un lenguaje que se entiende que no representa la realidad tal y como es, sino que al mismo tiempo la construye).
2.-  La autora utiliza la definición de deconstrucción de Jacques Derrida, que “significa el análisis contextualizado de la forma en que opera cualquier oposición binaria, invirtiendo y desplazando su construcción jerárquica, en lugar de aceptarla como real o propia de la naturaleza de las cosas” (Scott, 1996: 286)
3.-  SCOTT, Joan W. “La experiencia”. La Ventana, vol. II, núm. 13 (2001), México: Universidad de Guadalajara.



Bibliografía:

  • BELAUSTEGUIGOITIA, Marisa (2011)  “HACER Y DESHACER” EL GÉNERO: RECONCEPTUALIZACIÓN, POLITIZACIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA CATEGORÍA DE GÉNERO. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Sociales-Facultad de Filosofía y Letras. Revista Discurso, Teoría y Análisis núm. 31. México, D.F.

  • BOGINO LARRAMBEBERE, Mercedes - FERNÁNDEZ-RASINES, Paloma. (2017) “ Relecturas de género: concepto normativo y categoría crítica”. La ventana. Revista de estudios de género. La ventana vol.5 no.45 Guadalajara ene./jun. 2017

  • SCOTT, Joan W. (1986). “Gender: A Useful Category of Historical Analysis”. American Historical Review, núm 91, pp. 1053-1075. [trad. cast.: (1996) “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en Marta LAMAS El Género. La construcción de la diferencia sexual, México: PUEG].

  • SCOTT, Joan W. “La experiencia”. La Ventana, vol. II, núm. 13 (2001), México: Universidad de Guadalajara.

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