La otra pandemia: el Grooming
Por: Romina Quevedo (Presidenta de ONG SERES)
La pandemia COVID-19 junto a las necesarias medidas de aislamiento social obligatorio, y en paralelo, dada la gran oferta de ocio que ofrece internet nos ha llevado a una hiperconectividad sin precedentes. Si a menudo la nubla, hoy ciega como adultos nuestra reflexión crítica, haciendo que restemos importancia a acciones que pueden cambiar nuestra vida y la de nuestras infancias por completo.
Nuestros niños, niñas y adolescentes, en tanto “nativos digitales”, ya que desde muy pequeños tienen acceso a todo tipo de dispositivos y comienzan a interactuar con la tecnología de manera innata, sus vidas transcurren por Internet y las redes sociales. No son un fin, sino un medio para socializar con sus amigos y compañeros, por lo que es importante saber sobre sus vidas en el mundo digital tanto como en el mundo físico.
Dicho esto es imperioso decir que nuestros niños, niñas y adolescentes son víctima de uno de los delitos más peligrosos de la red: el Grooming.
El delito de Grooming lo comete quien acosa a un o una menor de edad mediante el uso de Internet con fines sexuales, tanto para satisfacer sus conductas libidinosas, como en ocasiones relacionado con la pornografía infantil.
Generalmente usa la siguiente modalidad: salvo que sea del círculo de confianza de la víctima donde se presenta en forma directa, suele hacerlo a través de un perfil falso, simulando ser un menor, establece un lazo de confianza a través del cual obtiene más información y procura convertirse en su confidente. El sexo aparecerá en las conversaciones y a través de la seducción el acosador buscará conseguir una fotografía o video íntimo.
El acosador sacará provecho del lazo establecido y la información obtenida y buscará obtener una relación sexual virtual o física, manipulando y chantajeando a la víctima con el material obtenido.
El confinamiento obligatorio potenció realidades de las que se habla poco, pero que afectan mucho: el uso de internet en niños y niñas durante este período, los casos denunciados crecieron un 58% según informe del Ministerio Público Fiscal, es decir tan solo en la denominada "cifra blanca".
¿La familia le explica al niño o niña cómo usar los dispositivos digitales aparato de manera segura? No. Cuando le regalamos una bicicleta a nuestros hijos e hijas le advertimos que debe mirar para ambos lados antes de cruzar la calle y le contamos cómo usarla. Eso no está ocurriendo con la tecnología y en definitiva, los riesgos que podemos encontrar en la red son la versión digital de los riesgos de la vida.
Hoy en la Argentina, la emancipación digital de nuestras infancias se da partir de los nueve años, dato que nos interpela a accionar de manera urgente, por un lado a cada adulto responsable, pero por sobre todas las cosas en políticas de estado que forme, concientice y eduque en la construcción de una ciudadanía digital que sin dudas constituye la mejor herramienta en la prevención de los riesgos frente al mundo digital.
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